Poema presentado el 6 de Diciembre de 2007 en el homenaje a Oscar en la Sociedad Médica del Pacífico.
CANTIGA PARA OSCAR
Como un golpe en el rostro
recibí la noticia de la muerte de Ovalo,
de la muerte de Ovalo
cuando se deshicieron entonces largas noches
De vida atrabiliaria y feliz
las aguas con ellas
y cientos de vasos se vertieron
al borde de un río sideral.
Ovalo no estará más
con sus instrumentos
su voz y su memoria
para reteñirla noche a noche
con palabras honradas
y cientos de sones
desafiantes y felices.
Oscar, habla solo
ha sido fiel a su recurso sonoro para no morir.
Todas las canciones nacieron en su garganta privilegiada
que cantaba por largas horas
los temas de su felicidad, su melancolía,
su tristeza o su furor,
que no hicieron
ni que nos hicieron
mirar a las estrellas.
Oscar Vargas López,
fue el trovador mayor
con todos sus instrumentos
y el mar lo contrataba para ayudarlo
con su entecha de arena o de arrecife.
Oscar nos cantó y nos encantó.
La palabra se multiplicó en él
como si de su boca afloraran las cantigas
o recitara Coregos.
Oscar tuvo un son
y predicó una samba
que ha todos nos estremecía
Oh, hermano mío
ayudador de amaneceres encantados
desde su casa en el gran San Antonio de Cali.
Oh, hermano mío
tu vocación se fue de la mano
de tu discreto corazón
que le encantó siempre
a una niña luna
vertida de amor.
Hoy solo nos queda recordarte
y estremecerte cerca de nuestra alma
con esta frágil memoria
que también camina contigo hacia la muerte
Y una lágrima.
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